Con la pandemia del COVID-19, muchas personas tuvieron que adaptarse al trabajo remoto desde sus hogares. Y aunque esto puede ofrecer muchos beneficios, como la comodidad de trabajar desde casa y el ahorro de tiempo en desplazamientos, también tiene implicaciones fiscales importantes que debes conocer antes de presentar tu declaración de impuestos.
A continuación, te explicamos algunos aspectos clave a tener en cuenta:
- Deducciones por espacio de trabajo: Si utilizas una parte de tu hogar exclusivamente para tu trabajo, es posible que puedas deducir los gastos asociados con ese espacio, como el alquiler, la hipoteca, los servicios públicos, el seguro y las reparaciones. Para ser elegible para esta deducción, el espacio debe ser utilizado exclusivamente para fines comerciales y no para fines personales.
- Deducciones por gastos de oficina en el hogar: Si trabajas desde casa y necesitas comprar suministros de oficina, como papel, tinta de impresora y otros suministros necesarios para tu trabajo, es posible que puedas deducir estos gastos en tu declaración de impuestos.
- Deducciones por gastos de tecnología: Si necesitas tecnología para trabajar desde casa, como una computadora, un teléfono inteligente o una tableta, es posible que puedas deducir el costo de estos artículos en tu declaración de impuestos. Sin embargo, esto dependerá de si estos artículos son utilizados exclusivamente para fines comerciales o también para fines personales.
- Impuestos estatales y locales: Si trabajas desde casa y resides en un estado diferente al de tu empleador, es posible que debas pagar impuestos estatales y locales adicionales. Asegúrate de consultar con un profesional de impuestos para determinar tus obligaciones fiscales específicas.
- Deducciones por millaje: Si tienes que conducir para tu trabajo mientras trabajas desde casa, es posible que puedas deducir los gastos de millaje. Asegúrate de llevar un registro detallado de tus viajes y de los gastos asociados para poder deducirlos correctamente.
Es importante tener en cuenta que las leyes fiscales cambian constantemente y pueden variar según tu estado o país. Por lo tanto, es recomendable que busques asesoramiento de un profesional de impuestos para asegurarte de cumplir con tus obligaciones fiscales de manera correcta y eficiente.