¡Por supuesto! En los Estados Unidos, es posible obtener créditos fiscales por los gastos médicos que hayas tenido durante el año fiscal.
Para calificar para estos créditos fiscales, tus gastos médicos deben superar el 7.5% de tu ingreso bruto ajustado. Esto significa que si ganas $50,000 al año, tus gastos médicos deben ser mayores a $3,750 para que puedas reclamarlos en tus impuestos.
Algunos ejemplos de gastos médicos que pueden calificar para el crédito fiscal incluyen:
- Visitas al médico
- Pruebas de laboratorio y diagnósticos
- Medicamentos recetados
- Tratamientos dentales y visuales
- Terapias físicas y ocupacionales
- Equipo médico como sillas de ruedas, prótesis, etc.
Es importante tener en cuenta que no todos los gastos médicos califican para el crédito fiscal, por lo que es recomendable revisar la lista completa de gastos elegibles proporcionada por el Servicio de Impuestos Internos (IRS).
Además, para reclamar estos créditos fiscales, debes detallar tus gastos médicos en el Anexo A de tu declaración de impuestos. Es posible que también debas proporcionar comprobantes de pago para respaldar tus reclamaciones.
En resumen, si has tenido gastos médicos durante el año fiscal y tus gastos superan el 7.5% de tu ingreso bruto ajustado, puedes reclamar créditos fiscales en tus impuestos. Asegúrate de mantener un registro detallado de tus gastos médicos y considera buscar la ayuda de un profesional de impuestos para maximizar tus beneficios fiscales.